jueves, 10 de diciembre de 2009

Fragancia dorada

Es una de las fragancias emblemáticas no sólo de Dior sino de la perfumería internacional.





Su mística sigue intacta, aún a diez años de su creación, el esbelto frasco de J'adore continua siendo protagonista en las estanterías de las perfumerías.
Ya lo dijo Cocteau años atrás, adelantándose a lo que vendría: “Dior, ese genio sutil propio de nuestra época cuyo nombre mágico es una combinación de Dios y oro”. Y de tal afirmación nació casi como un hechizo el nombre J'adore.
La historia cuenta que la frase de Cocteau resonaba en la mente de John Galliano durante sus comienzos en la firma francesa. “J'adore”, repetía el diseñador cual murmullo que aventuraba el éxito. Por lo que nadie se opuso a bautizar así al nuevo perfume.
Su fragancia floral parece surgir de un ramo perfecto, donde no falta ninguna nota y todas se amalgaman con calidez y suavidad. Esencia de Ilang Ilang, absoluto de Jazmín Sambac y esencia de Rosa Damascena, realzados por una pizca golosa de Ciruela sobre un voluptuoso fondo de Madera de Sándalo integran la fórmula secreta.
J’adore es femenina y eterna, aunque a la vez se reinterpreta para no perder presencia, posee un aroma suntuoso que se conserva en un envase envolvente, de un ondulado atractivo. Hervé van der Straeten es el creador del frasco que resalta con elegancia el metal precioso con su forma de ánfora (que ya existía anteriormente en los códigos de la Casa). En su forma se trasluce la figura de la mujer Dior.



Todo eso define a J'adore, que cuenta con la belleza de Charlize Theron para emanar su sutil encanto en las campañas. Con su presencia, la feminidad de J’adore se ha afirmado, exacerbada por los rasgos de una actriz conquistadora que se convierte en la musa absoluta de la fragancia en 2004. Glamourosa, ultrafemenina, “Con su cabello naturalmente dorado, Charlize Theron es la nueva Marilyn del siglo XXI. Encarna el sueño hollywoodiano mejor que nadie”, dice John Galliano.
Se la puede ver rodeada de luz en el primer visual y envuelta en una sábana
dorada. O extremadamente sensual en el primer spot publicitario, vestida de color carne se va despojando de su vestido y de sus joyas, para conservar sólo lo esencial: su perfume.
Entre diosa y madona, Charlize es simple y extraordinariamente mujer. Su
belleza resplandeciente añade un último destello a este perfume de luz.




Festejo de lujo
Para celebrar su décimo cumpleaños, Dior lanzó una edición limitada en que el Eau de Parfum se transforma en un objeto de colección. En esta versión el mítico frasco se viste de un accesorio de moda, una verdadera joya que tiene grabadas las iniciales CD del diseñador. Se trata de un colgante de cristal y oro de forma oval que pende, en el cuello del envase, de un hilo de oro.
En el interior, un fresco acorde de esencia de Ilang Ilang de las Comores se posa sobre un ramo de Rosa de Turquía y de absoluto de Jazmín Sambac para fundirse en cálidas notas amaderadas.

Acción solidaria
“Porque un deseo cumplido es una invitación para seguir soñando”, Dior quiere celebrar los 10 años de su fragancia ayudando a los niños a alcanzar sus sueños. Por eso, durante diciembre, por cada perfume J'adore que se venda, Dior donará 10 pesos a la Fundación Make a Wish, que se encarga de realizar los deseos de pequeños con enfermedades que amenazan sus vidas.