viernes, 27 de febrero de 2009

Por Cinthia Sanchez



Una vez más, el BAF abrió sus puertas en el Pabellón Amarillo de la Rural para mostrar las nuevas tendencias de la temporada Otoño-Invierno 09.
La ecuación: tres días, más 15 desfiles, más 21 showrooms, dio como resultado el gran encuentro de la moda. Por eso, ayer a las cinco de la tarde, Rapsodia rompió el hielo y fue la primera marca en mostrar su colección. Optó por las pieles, las lentejuelas, los sombreros, los estampados y los flecos. Luego fue el turno de Semillero UBA, que estuvo a cargo de Rita Koniaieva y Lucia Dubiansky dos estudiantes avanzadas de la carrera de Diseño de Indumentaria de la Universidad de Buenos Aires. Koniaieva presentó siluetas con volúmenes deformados en tonos oscuros, y Dubiansky expuso prendas en capas, con muchos pliegues, en tonos como el blanco, el negro y nude. Más tarde, cuando la pasarela fue inundada con bolas de cristal y música de los años 80, Prüne demostró que las carteras ya no se usan tan grandes como bolsos, que el charol sigue en carrera, que las cadenas son el último grito de la moda y que el 2009 es el año de las pieles. Le siguió Cora Groppo, quien planteó un invierno rococó y tiñó sus prendas de tonos como el gris, el azul, el negro, el marrón y el cemento. Además incorporó una novedad: carteras y zapatos con recursos constructivos.
De todas formas la crisis sigue insistiendo en este entorno.