lunes, 2 de noviembre de 2009

Por María Iglesias




Los cambios los sentí desde la primer semana de uso. Me pareció un producto súper sedoso al tacto. El pelo se volvió más fuerte, con cuerpo pero liviano y con brillo, divino, como si me hubiera encerado, pero sin grasitud.
Y cada vez que lo lavo tengo la misma sensación de haberme hecho un tratamiento intensivo de calor en la peluquería, ni siquiera necesito hacerme brushing.