domingo, 10 de febrero de 2008

La belleza

por María Molina


Es mucho más que colores, texturas, aromas, packaging.
Existe un mundo infinito de preguntas con o sin respuesta.
¿Importa encontrarle el sentido? Si la cosmética cumple con su trabajo sin demoras arbitrarias, investigaciones científicas derivan en cremas de noche, en texturas que hacen más fácil cada mañana o perfumes que bien podrían ser pociones.
Sí, importa. Porque puede resultar tan apasionante ver a Keira Knightley caminando por las calles de París, por donde alguna vez lo hizo Mademoiselle o entender desde porque Yves Saint Laurent posó desnudo para la campaña de su perfume Pour Homme, allá por 1971 hasta el motivo que llevó a Viktor & Rolf a presentar una fragancia sin aroma o botellas imposibles de abrir. Entonces, como dijo una vez Jean Claude Ellena, la nariz de Hermès (que se inspira en los poemas haiku para crear los perfumes de la casa) después de oler muchos aromas o contemplar infinitas colecciones de maquillaje, resulta maravilloso seguir asombrándose de un color o llegar a enamorarse de una fragancia.



María es periodista de belleza. Para los que creen en las especializaciones, ella es una verdadera experta. Escribe en Elle y también en Viva.